Le había perseguido por diferentes callejones y la carrera continuó a través de una puerta oxidada que comunicaba con una escalera de incendios. Había subido tras el hombre hasta la azotea. Ahora los dos estaban en lo más alto del rascacielos.
Él se columpiaba en la cornisa del edificio. Ella lo observaba espantada a escasos metros. De pronto, el hombre se precipitó al vacío de los coches diminutos. Ella se acercó al límite y se balanceó sobre él… Pero no saltó.
La sombra se apartó poco a poco del abismo, descendió por las escaleras en silencio y caminó sin rumbo por las calles de Nueva York.
Imagina otro final para este cuento...
Ambos se precipitaron al abismo agarradas de la mano, sombra no podía seguir su camino sin él.
ResponderEliminar(Almudena)
El hombre se columpiaba en la cornisa del edificio. Ella lo miraba e intentaba hacerle cambiar de opinión hasta que, por fin, el hombre, confiando en ella, dejó de columpiarse. Y así, los dos, el hombre y la sombra, pasearon en la oscuridad de la noche por las calles, sin rumbo.
ResponderEliminar(Carolina)
El hombre se acercaba a la azotea mientras la sombra se adentraba en su corazón.
ResponderEliminar(José Antonio)
La sombra se acercó a la azotea para empujarle al mar del olvido.
ResponderEliminar(Miguel Ángel)
La sombra se acercó a la azotea y le robó el alma.
ResponderEliminar(Lexuri)
Ambos se acercaron a la azotea y buscaron la aurora.
ResponderEliminar(Esmeralda)
Ambos se acercaron a la azotea. Por un descuido, ella se precipitó y él todavía la recuerda.
ResponderEliminar(Rocío)
La sombra le susurra al oído. Los dos saltan para vivir siempre juntos.
ResponderEliminar(Antonio)
Se acercaron, saltaron y, antes de chocar con Nueva York, ella abrió el paracaídas.
ResponderEliminar(José)
La sombra se acercó a la azotea y saltó con él. No quería dejar marchar a lo único que tenía.
ResponderEliminar(Isabel)
La sombra se acercó a la azotea y empujó al hombre.
ResponderEliminar(María)
Ambos se acercaron a la azotea. Querían ver la puesta de sol.
ResponderEliminar(Javier)
Ambos se acercaron a la azotea. Él cayó al vacío y la sombra se durmió esperándolo.
ResponderEliminar(Alba)
El joven miró a la sombra, que en silencio esperaba una decisión. Así con tranquilidad el hombre bajó de la azotea y la sombra se evadió.
ResponderEliminar(Sara)
La sombra se llevó al hombre hasta lo más profundo de su corazón.
ResponderEliminar(Yelena)
Los dos llegaron a la azotea. El suicida saltó. La sombra saltó detrás para seguir persiguiéndole en el otro mundo.
ResponderEliminar(Ismael)
La sombra lo abrazó y saltó con él.
ResponderEliminar(Victoria)
Los anteriores comentarios pertenecen a textos escritos por alumnos y alumnas de 4ºESO del IES Los Moriscos, Hornachos (Badajoz).
ResponderEliminarLa sombra se dirigió a la azotea donde lo arrojó al mundo negro y oscuro.
ResponderEliminar(Juanfran)
Él saltó de la azotea pensando que se libraría de su oscuridad pero entró en la oscuridad eterna...
ResponderEliminar(Anabel)
Entonces ella recordó su sonrisa, y ese recuerdo la impulsó al vacío.
ResponderEliminar(Elena)
Él se unió con un lazo a su destino y se adentró en el oscuro abismo.
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